(Read the story in English here)
Hace 8 años empaqué mis maletas para iniciar una de las aventuras más grandes de mi vida. Había soñado con vivir en Israel desde que tenía 16 años y mis ganas por ser independiente se apoderaban de mí. Pero lo cierto es que la emoción de cumplir mis sueños, lograba ensordecer la realidad que aun no me tomaba en serio. Israel queda a unos 11895.18 Kilómetros de distancia con Panamá. Mi nuevo hogar tendría un idioma totalmente diferente al español donde no hay vocales y se lee de derecha a izquierda.Tengo hasta el dia de hoy choques culturales con los miembros de aquella sociedad y tampoco contaba con el hecho de que en mi país de 'ensueños', el costo de vida era muy elevado y no era proporcional a mis ganancias. Al mudarme a Holanda, los retos con los que me encontré fueron distintos, sin embargo no son menos difíciles. Logré mudarme con mucha ilusión pero nuevos obstáculos se encontraban en el camino.
El problema con los cuentos de hadas y los sueños cumplidos
En los cuentos de hadas, los relatos siempre terminan después de que las princesas se casan y viven felices por siempre, pero nunca te explican qué pasa después del 'final feliz'. Es probable que la razón de no hacerlo se deba, a que los cuentos que hablan de responsabilidades, depresión, miedo, soledad y nuevos obstáculos, cambien el género de la historia a un melodrama o una tragicomedia.En mi historia, me encontraba sin un solo centavo en el bolsillo,sin recursos para comprar medicinas cuando estaba enferma , sin platos para comer el puré instantáneo de mala muerte que tenía en la alacena, con miedo a que me corten el teléfono o me saquen del departamento en el que vivía por un cheque sin fondos para la renta .
En una ocasión, me quedé en el medio de Tel Aviv (ciudad que aún no conocía bien),sin efectivo, con la tarjeta de crédito bloqueada y con el teléfono sin batería. En la mitad de la noche, perdida, desesperada y sin saber qué hacer, casi me toca dormir en la calle. Afortunadamente me encontré con desconocidos muy hospitalarios que me ayudaron a volver a casa a salvo.
¿Por qué no tiré la toalla?
Pude haber regresado a mi cómoda vida en Panamá, después de haber sentido que mis sueños se encontraban completamente estrellados después de haberlos cumplido. Pero un dia en medio del caos recibí un mensaje de una persona inesperada. Era una amiga de mi hermana que me contó que había leído un libro sobre el coraje y como he sido para ella un gran ejemplo. Parece que siempre había admirado que le diera poca importancia a lo que los demás dijeran de mí, que continuara viviendo mi vida a pesar del miedo y además me atreviera a perseguir mis sueños sin importar su ubicación. 'Coraje' es la palabra con la que ella me describió.Después de leer su mensaje solo podía pensar, que tengo que seguir tratando y no me puedo dejar rendir por los obstáculos. Salir de tu zona de confort da miedo, pero no hacerlo no te hará crecer. Esto era apenas el comienzo y tenía que seguir adelante con la cabeza tan arriba como siempre!
¿Por qué no debes rendirte?
Piensalo bien… El dueño de tu camino y tu vida eres tú y eres lo que decidas ser. Así como llores, te caigas y te asustes, también te reirás y habrás aprendido un centenar de cosas. Todo, mientras poco a poco avanzamos a paso firme y decidido a triunfar nuevamente. En mi caso, yo percibí que cada reto que se me presentara en la vida, era una musa más para escribir grandes historias. Rendirse para mi, no es una buena historia para redactar.
Hoy en día, estoy felizmente casada con alguien que también tuvo el coraje de perseguir sus sueños. Me encuentro sana, con un trabajo que me apasiona y me permite ayudar a otras personas.
¿Qué tipo de historia quieres contar tú?
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